Crianza

El trabajo con el de acompañamiento a la Crianza viene con el instinto de preservar nuestra voz interior, de ayudar que encuentre las bases científicas y sociales que necesita para dejar de ser algo que tenemos casi escondido, para transformarse en algo que creemos en voz alta, que movemos y que compartimos. 

La filosofía del trabajo parte de contemplar el desarrollo, los procesos de crianza y de aprendizaje desde una mirada que respete los procesos profundos del niño y de su familia. Acogemos las dudas como parte de un proceso que debe ser respetado e integrado en una educación y acompañamiento más humanos.

En nuestra mirada está el fortalecimiento del vínculo inicial, de potenciar los recursos propios de las familias, así como también la mirada terapéutica que trabaja cuando hay una preocupación y/o un malestar más específico tanto a nivel familiar como de uno de sus integrantes.

En un espacio de intercambio, de acogimiento, de aprendizaje, de sentir a una como madre y su bebe;
cómo se siente en familia; cómo se siente siendo papá. En suma, es nuestro espacio de encuentro, donde
planteamos respetar nuestros límites, nuestras fases, y que cada una pueda hablar, preguntar, contestar,

bailar y moverse con su bebe… niño pequeño … o familia.

Los temas tratados siguen las necesidades de cada una, estando relacionados a la adaptación a nuevas condiciones, al miedo, depresión, o relacionado a las primeras necesidades del bebé, que sucede emocionalmente a partir del nacimiento de nuestros hijos y hijas, lactancia, vínculo con el bebé, la sexualidad de la pareja durante el puerperio, el rol del padre, puerperio, sueño infantil, las emociones del bebé, organización familiar, retrasos en el desarrollo en la primera infancia, primera separación, retorno al trabajo, en conclusión, los cambios y transformaciones que nos va presentando la vida.
Si sientes que necesitas ayuda, te invitamos a venir, llamarnos, pedir cita… el camino es más fácil si estás acompañada.

La educación respetuosa es un baile continuo donde con músicas distintas buscamos juntos un único compas, por veces nos perdemos, nos pisamos los pies, pero otras encontramos el mismo ritmo y podemos estar horas siguiendo la melodía con la perfección de los grandes bailarines.

Vamos equivocarnos muchas veces, nuestros hijos también, y no pasa nada. Poco a poco vamos reconociendo distintas facetas del cotidiano, vamos aprendiendo a disfrutar de los tiempos muertos, o mismo buscarlos. Dar una oportunidad a una relación más horizontal, más saludable, más respetuosa.

Ay veces, a lo mejor muchas veces llegamos a ser madres y padres como quién va comprar el pan, no
estamos preparados, no hemos hemos tenido una familia que nos ha visto y respetado, aún que posiblemente ha hecho lo mejor que podía en su momento, es normal que tengamos niños y niñas internas que quieren ser queridos y amados o que nunca han podido llorar…
Lograr acompañar un hijo o hija pasa por poder acompañarse a una misma, y es muy, pero muy común que necesitemos un espacio especial, una pausa en nuestro cotidiano tan acelerado y lleno de metas, la ayuda de una profesional que también nos acompañe en esta tarea.
Aquí me ofrezco para poder acompañarte, sea con sesiones individuales, en el círculo de crianza o en escuelas de familia, llámame y vemos horas y posibilidades.